El encargo consiste en la rehabilitación de un bajo, para adecuarlo a un centro de estética y de tratamientos terapéutico.
La distribución parte de un esquema lineal, con un pasillo longitudinal que recorre el local de adelante a atrás.
Desde este pasillo se accede a las distintas dependencias.
La zona más pública está directamente comunicada con el acceso exterior y consiste en una sala de espera y la recepción.
La fachada del bajo es un arco de piedra preexistente, de notables dimensiones y catalogado por su valor patrimonial.
El objetivo del proyecto fue evitar la aparición de una serie de elementos auxiliares que distorsionen la percepción del sencillo hueco de entrada, como banderolas, máquinas de climatización, rejas, etc.
La solución planteada, inserta dentro del hueco de piedra, partes de madera y de vidrio que funcionan como rótulos, expositores, escaparate, etc.
Una puerta calada hace las veces de cierre fuera del horario comercial, evitando la consabida reja y una celosía de madera evita la percepción de la maquinaria de climatización.