Se plantea la construcción de la sede de la policía local en un solar triangular, rodeado por vías de intenso tráfico, en una zona con una gran carencia de espacios públicos y equipamientos en la zona y en una zona privilegiada al borde del río, que supone un hito en el acceso a la ciudad y en la visión lejana desde la ribera del río.
Pensamos que el edificio debe ser algo más que la sede de la Policía local, algo más que un edificio.
Además es una plaza, un mirador, una grada, una referencia, un lugar para pasear, sentarse, reunirse o ir a ver los fuegos del Apóstol.
Un edificio que compense la carencia de espacios públicos y que pretende ser atalaya para observar el río, unir lo urbano y lo natural.
Un edificio-lugar que al mismo tiempo sea referencia para el resto de la ciudad.
El edificio está compuesto por un zócalo pétreo y compacto del que emergen dos volúmenes: el del salón de actos y el del oficinas.
El zócalo acoge a todos aquellos usos que deben ir ocultos, es un volumen cerrado, rotundo, en el que manda la organización, encima de él se conforman varios espacios públicos urbanos: grada, plaza, calle, desde la que se accede a los distintos edificios.
El salón de actos emerge del zócalo y sobre su cubierta se crea una rampa peatonal, que termina en una grada mirador.
El volumen de oficinas de mayor altura se alinea paralelo a la vía convirtiéndose en reclamo desde la lejanía.
Al fin, dos volúmenes que conforman y articulan un espacio. Edificio o plaza?