Dada la complejidad de programa, usos y circulaciones que caracterizan esta nave, se pretendió que cada uso se colocase libremente dentro de la parcela allí donde le era más conveniente, en función del acceso, la orientación, las vistas, etc. y luego dar un orden a toda esta complejidad.
El conjunto está compuesto por un volumen de grandes luces y dimensiones para la nave de almacén, y volúmenes más fragmentados para resolver el resto de usos: factory, zona de punto, zona de diseño, oficinas y vivienda vinculada a las instalaciones.
Los volúmenes se articulan en torno a un patio que recorre el edificio de este a oeste, consiguiéndose una entrada de luz hacia el semisótano.
Se busca crear un edificio con una cierta riqueza espacial, que no sea percibido de una sola vez, y donde la luz se convierte en un elemento fundamental.
El gran espacio interior, la zona de almacén propiamente dicha, quiere ser un espacio flexible, dinámico, capaz de cambiar: la luz que entra por las claraboyas de cuerpo elevado introduce variaciones en el espacio a lo largo del día.
Los servicios para el personal, los vestuarios y una pequeña cafetería-comedor completan el programa de esta zona.
En las plantas superiores se sitúan las zonas administrativas de la empresa, el área de diseño, la factory así como la vivienda del encargado de seguridad.
Los materiales reflejan los distintos usos de los volúmenes y zonas funcionales, así pues la zona de almacén se resolverá con grandes paneles horizontales prefabricados de hormigón, apoyados sobre un zócalo de hormigón visto, y con grandes ventanales en los testeros.
El resto de volúmenes, con un acabado en chapa de acero lacada, en los colores corporativos de la marca, busca un efecto de mayor ligereza, que contrasta con la pesadez del hormigón y proporciona una imagen más tecnológica para la zonas administrativas y representativas.