in memoriam • Oscar Niemeyer • 1907 • 2012
Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho nació el 15 de diciembre de 1907
Desde muy joven se mostró insatisfecho con los modelos arquitectónicos que existían en su ciudad y empezó a plantearse formas nuevas, pero no sólo fue un joven artista visionario sino también un hombre comprometido con su tierra y con sus gentes.
Su carrera comenzó a mediados de los años 30 y se extendió por nueve décadas. En 1988 ganó el Premio Pritzker, considerado como el "Premio Nobel de la Arquitectura" .
También fue un apasionado defensor de las causas sociales y de los valores personales. "Lo que vale es la vida entera, cada minuto también. Y creo que pasé bien por ella", dijo Niemeyer a periodistas en el homenaje por su centenario.
Representó la alternativa a los ángulos y a las líneas rectas: “No me atrae el ángulo recto ni la línea dura e inflexible creada por el hombre, lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida, y las del universo”, decía Niemeyer sobre su obra.
Niemeyer no quería cambiar sólo la arquitectura: quería cambiar el mundo y por eso se mantuvo fiel a su compromiso político y social hasta el fin de su vida.
Mención especial merece dentro de su obra la construcción de la ciudad de Brasilia en la que trabajó junto con el urbanista Lucio Costa.
En 1960, Brasil trasladó su capital desde Río de Janeiro a Brasilia, una ciudad especialmente erigida para ser la sede de los tres poderes del Estado, y Niemeyer se embarcó en la construcción de la ciudad, pensada como una utopía futurista en la que el espacio le pertenecería a todos y en la que no existían las diferencias sociales.
Allí ha dejado su legado en edificios revolucionarios y futuristas como la Catedral, el Congreso Nacional, el Palacio de Itamaraty…
En 1967, tras el golpe de estado de los militares, decidió exiliarse en París, donde pasó los siguientes 20 años. En Europa llevó a cabo algunas de sus mejores obras, como el Centro Cultural de Le Havre y las oficinas del Partido Comunista en la capital francesa.
Cuando regresó a su país, sin embargo, las cosas cambiaron. Su obra fue revalorada y empezó a construir edificios y casas por todo Brasil.
El joven arquitecto que un día imaginó nuevas formas y colores en la arquitectura ha muerto como el artista universal y el revolucionario que encontró en las curvas y en sus ideas comunistas el camino para transformar el mundo.
"Desde mi perspectiva la tarea esencial de un arquitecto es soñar. Si no lo hace nada ocurre".
Oscar Niemeyer recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año mil novecientos ochenta y nueve y, en el año dos mil siete, donó a España uno de sus mayores proyectos, el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, un espacio para la educación, la cultura y la paz, según palabras del propio autor, que se encuentra en la ciudad de Avilés, en el Principado de Asturias, y que fue inaugurado en el año dos mil once, obra de la que podéis ver algunas fotografías adjuntas .
Fotografías: Pablo Falcón.